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Recuperar el tiempo ¿perdido?

escuelainfantil.netJueves, 10 de diciembre de 2020
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Cada vez que un padre te pregunta y respondes «de momento no sabemos nada», eres consciente de que transmites una cierta angustia hacia una nueva realidad, con todos los posibles cambios a los que nos vamos a tener que ir enfrentando. Tenemos que partir de la base de que estamos viviendo un momento histórico singular, diferente, en el que no tenemos la posibilidad de comparar, no tenemos otras referencias. Así que no nos queda más remedio que reinventarnos una vez más, como seguro lo han tenido que hacer los maestros en otros momentos de la historia.

Disponemos de este momento para afrontar un cambio definitivo en todo aquello que concierne a la Educación, desde la escolar a la universitaria. Empleemos nuestras energías, imaginación y creatividad en este empeño, porque lo vamos a necesitar.

Ha llegado el momento de cambiar

Soy profesora de inglés, aunque prefiero decir maestra, que es como me siento, pienso que, por ejemplo, desde las lenguas ha llegado el momento de afrontar la comprensión y expresión oral y escrita de otra manera, en todas sus modalidades y versiones posibles e ilimitadas.

Valoremos las producciones desde otros parámetros, hagamos reales las conexiones intercambiando experiencias, compartamos realidades. El mundo está cambiando a pasos agigantados, debemos unirnos y favorecer el cambio, dejemos las seguridades que nos limitan.

Busquemos la inspiración en otras disciplinas, movámonos en el terreno emocional, en los sentimientos, no solo en la Educación Infantil y Primaria, hagámoslo extensible a otras edades y a otras etapas educativas.

Contemplemos de otra manera los tiempos que necesitamos para alcanzar objetivos personales. La pintora y artista plástica Manu Crotti, nos dice en un artículo de la Vanguardia del 16/08/2020 que si logramos practicar una mayor lentitud respecto a la velocidad de nuestro sistema de vida podremos llegar al infinito…. ¡Intentémoslo!

Alumnos comprometidos

Probablemente podríamos capturar la atención de los alumnos si les ofreciéramos la posibilidad en diferentes entornos educativos a poder participar y contribuir a diseñar sus planes de estudio, de esta manera les estamos ofreciendo la posibilidad de comprometerse. Tuve un profesor de filosofía en magisterio, que ante el descontento y las múltiples quejas de sus alumnos por el temario que había planteado, pidió que se le presentara otra propuesta de posibles temas a tratar en su asignatura para ese curso. La verdad que nos pilló de sorpresa, no nos esperábamos esa reacción por su parte y tuvimos que ponernos manos a la obra, fue un reto difícil que nos ilusionó y nos ofreció la oportunidad de acercarnos un poco a la complejidad que conlleva programar los contenidos de un curso. Nos ayudó a tomar conciencia de lo que eso supone y a involucrarnos en nuestro proceso de aprendizaje.

Hagámoslo extensible a otra etapas educativas, es posible. Ya sabemos que hay determinados contenidos que hay que incluir, pero son conceptos que los podemos introducir y reforzar en diferentes temas. Da lo mismo cómo se llame unidad, proyecto o lección, son conocimientos presentados a veces desde una sola área y que se podría hacer desde varias áreas a la vez, desde diferentes asignaturas. Hay que interrelacionar contenidos, dándoles otro enfoque, así podríamos rentabilizar esfuerzos y ayudar a nuestros alumnos a relacionar conceptos.

Tiempo vivido intensamente

¿Quién habla de tiempo perdido? ¿Recuperar el tiempo perdido? No hemos perdido el tiempo, el tiempo transcurrido en los meses que hemos estado confinados ha sido tiempo intensamente vivido, en casa, claro. Algunas personas, que obviamente no han estado nunca o poco tiempo en un aula, proponen recuperar el tiempo no vivido en una clase presencial. Lo mismo que los expertos dicen que el tiempo no dormido no se recupera, el tiempo que nuestros alumnos no han podido acceder al aula presencial no se recuperará, han vivido otro tiempo, otro momento y esto parece ser que resulta ser un grave problema para esta sociedad exitista.

Propongo un deseo extensible a toda la enseñanza y este sería que nuestros alumnos no pierdan su autoestima por el camino, porque en los tiempos que corren no es fácil y con palabras de Pau de su canción Niña Sara,” Cada mañana me hago una promesa: ser mejor persona, respetar esta Tierra, para que los niños vivan en un mundo mejor”, y añade más adelante,” para que vivan en una sociedad que no sea tan competitiva como la nuestra, donde el éxito no equivalga a ser el mejor”.

Lo que parece claro, que más que recuperar el tiempo como dicen, lo que tendríamos es que empezar a cambiar algunos valores educativos desde los cuales partimos, para poder generar ese cambio tan necesario para la sociedad en la que estamos inmersos y que nos engulle.

Pau en su libro «50 años…y sigo soñando»(p.83), nos habla en una de sus canciones del tiempo, con palabras que expresan toda su dimensión: «Tiempo para entender, para jugar, para querer. Tiempo para aprender, para pensar, para saber».

Enseñar a volar

Tuve un buen profesor de pedagogía diferente, planteaba unos exámenes distintos a los que habíamos hecho hasta el momento, alejado de convencionalismos, con preguntas tan abiertas que resultaba difícil entender lo que nos quería preguntar y complicadas de responder, aquello no venía en los libros, había que leer diferentes fuentes y reelaborar, había que reflexionar y pensar, no había sitio para una respuesta al uso cerrada. Por otro lado, no había quien entendiera sus correcciones, jamás una nota numérica, era un mensaje escrito lleno de poesía, que no llegábamos a entender . Un día me acerqué a su despacho para aclarar dudas y me lancé de cabeza al terreno emocional. Le pregunté qué porqué se mantenía siempre distante, a lo que me contestó con una pregunta: ”señorita, ¿usted tiene novio?”. «Pues sí», le dije. “Entonces, ya tiene usted quien le quiera. Le aconsejo que se lea «El vuelo nocturno». de Antoine de Saint-Exupéry». Por supuesto que lo leí y le entendí: El maestro es el que te acompaña, el que te aconseja y prepara para volar. Nunca lo olvidaré, una lección de vida, un gran maestro que, respetando las diferencias, nos enseñó a todos a volar, cada uno a su manera.

 


ANA LEEDS

Profesora de Inglés de Infantil y Primaria.

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